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Psicología Trastornos del Sueño en Barcelona

Dónde estamos

El sueño es un indicador de salud, siendo la cantidad y calidad del sueño elementos imprescindibles de un estilo de vida saludable.

En este artículo vamos a hablar de los trastornos del sueño y de cómo los abordamos en nuestro gabinete de psicólogos de Barcelona.

Fases del sueño

El sueño es cíclico, sigue unas fases, y algunos trastornos del sueño se dan en alguna fase específica. 
 

Podemos distinguir dos etapas en el sueño, la fase de sueño lento o NO REM y la fas e de sueño rápido o REM. El sueño lento se subdivide en 4 fases (fase I, fase II, fase III y fase IV), con características distintas.
 

La fase I del sueño lento es la fase de adormecimiento. Entramos en esta fase en la transición de la vigilia al sueño (que dura unos 7 minutos) y también en la transición entre fases del sueño. En esta fase aún percibimos la mayoría de estímulos que suceden a nuestro alrededor (auditivos y táctiles). Nuestros movimientos son lentos y nuestro tono muscular descende. En esta fase se pueden producir lo que llamamos alucinaciones hipnagógicas, que pueden ser visuaes, táctiles o auditivas, y se producen cuando nos estamos quedando dormidos. Esta fase representa el 5% del sueño. Aunque si tenemos un sueño nocturno fragmentado (con varios despertares) este porcentaje puede verse aumentado a lo largo del sueño.


La fase II del sueño lento es la fase de sueño ligero. En esta fase se eleva el umbral para despertary se produce una desconcexión con el mundo externo, lo que facilita la conducta de dormir. En esta fase son más infrecuentes los movimientos y disminuye más el tono muscular. Esta fase representa el 50% del sueño.


Con la edad, las fases I y II del sueño tienden a aumentar.


Las fases III y IV son las fases de sueño lento o de ondas lentas. Son las fases en las que el sueño es más profundo. Si nos despertamos en esta fase, nos encontramos confusos y desorientados.  Depende de la calidad de la fase IV que el sueño sea reparador. Estas fases predominan en la pimera mitad de la noche y van dismuniyendo a lo largo del resto de la noche. Esto se produce para garantizar el descanso si no podemos dormir muchas horas. En estas fases también son infrecuentes los movimientos pero,  diferencia del resto de fases, hay un aumento del tono muscular. Por eso los terrores nocturnos y el sonambulismo sólo pueden producirse en estas fases. Estas fases representan el 15-25% del sueño (ocupando la fase 3 entre el 3-8% y la fase IV entre el 10-15%).

Las fases III y IV del sueño disminuyen con la edad hasta desaparecer en la vejez.
 

La fase de sueño rápido o sueño REM se denomina también fase V o de sueño paradójico. Aunque se puede soñar en todas las fases, es en esta fase en la que tenemos los sueños típicos (los que se presentan en forma de narración). En esta fase sucede lo contrario que en las fases de sueño profundo, es dcir, los primeros episodios de sueño REM son breves, y se van alargando a medida que avanza la noche. El sueño REM favorece el desarrollo cerebral y el aprendizaje, por eso es conveniente, cuando se está estudiando, no restringir el sueño por pasar la noche estudiando. Ya que para almacenar aprendizajes es necesario dormir. Esta fase se caracteriza por movimientos oculares rápidos. Hay parámetros como la frecuencia cardíaca, la tensión arterial o el flujo cerebral, que están más dismuidos que en vigilia en las otras fases yq ue en esta están más aumentados que en estado de vigilia. Es en esta fase en la que se producen las pesadillas. El sueño REM disminuye con la edad.
 

Tipos de trastornos del sueño: disomnias y parasomnias
Las disomnias hacen referencia a trastornos de la cantidad, la calidad y el horario del sueño. Dentro de este grupo podemos encontrar trastornos como el insomnio, la hipersomnia o la narcolepsia.

El síntoma predominante del insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño reparador. 

El síntoma principal de la hipersomnia es la presencia de somnolencia excesiva (borrachera de sueño) que no se debe a una cantidad insuficiente de sueño. Es importante subrallar que en niños, la hiperactividad puede ser un signo de somnolencia diurna. Hay una forma especial de hipersomnia, llamada Síndrome de Kleine-Levin, que tiene su inicio en la infancia o adolescencia y que hacia los 30 o 35 años desaparece. Este síndrome es tres veces más frecuente en hombres que en mujeres. Quien padece este trastorno, duerme durante muchas horas y cundo se despierta tiene un ritmo de actividad muy elevado, similar a los episodios de manía de los trastornos bipolares del estado de ánimo.

La narcolepsia consiste en ataques de sueño reparador irresistibles que aparecen diariamente. Sus síntomas principales son la cataplejía (episodios breves y súbitos de pérdida del tono muscular, normalmente asociados a emociones intensas) y las intrusiones recurrentes de elementos del sueño REM. Aunque uno de cada cuatro pacientes tiene lo que llamamos la tétrada narcoléptica (4 síntomas): somnolencia excesiva diurna, cataplejía, parálisis del sueño y alucinaciones hipnagógicas (las que se producen cuando nos estamos quedando dormidos).

Las parasomnias hacen referencia a los trastornos caracterizados por conductas o comportamientos fisiológicos anormales que tienen lugar durante el sueño (bien en sus fases, bien en las transiciones de fases). En este grupo de trastornos del sueño, encontramos las pesadillas, los terrores nocturnos y el sonambulismo. 

Las pesadillas se definen sueños extremadamente terroríficos y prolongados que dejan recuerdos vívidos y cuyo contenido suele centrarse en amenazas para la propia supervivencia, seguridad o autoestima. Como ya hemos adelantado anteriormente, se producen en la fase REM, más específicamente durante la segunda mitad de la noche. Entre el 10-15% de los niños de 3 a 5 años tienen pesadillas. En cuánto al género, tienen más pesadillas las mujeres que los hombres.
 

Los terrores nocturnos corresponden a episodios recurrentes de despertares bruscos que se producen durante el primer tercio del episodio de sueño mayor (las fases III y IV) y que se inician con un grito de angustia. Son menos elaborados que las pesadillas y presentan más síntomas vegetativos (taquicardia, sudoración...).  Hay una incapacidad para recordar el episodio, a diferencia de las pesadillas, y se experimenta miedo. Suele ocurrir un episodio por  noche. Entre el 1-6% de los niños tienen terrores nocturnos. Son más frecuentes en niños que en adultos, dándose por igual en hombres y mujeres.
 

El sonambulismo implica levantarse de la cama y andar en pleno sueño. Durante estos episodios, la persona tiene una mirada fija y perdida, se muestra relativamente arreactivo a los intentos de los demás para establecer un diálogo con él y sólo puede ser despertado a base de grandes esfuerzos. Se da en las fases III y IV del sueño lento y lo presentan frecuentemente el 2-3% de los niños. Tiene una prevalencia del 1-5% en la población.
 

Además de estos dos grandes grupos de trastornos del sueño, hay trastornos del sueño relacionados con la respiración, como las apneas, y trastornos del ritmo circadiano, como el sueño retrasado, el jet-lag o el tipo cambios de turno de trabajo. 

En el Gabinete de Psicología Clínica BPB empleamos las técnicas específicas que han probado ser eficaces para los trastornos del sueño. Por ejemplo, para el tratamiento del insmonio, utilizamos técnica de la intención paradójica, los programas multicomponente formados por técnicas de control de estímulos, higiene de sueño y técnicas cognitivas), relajación pogresiva y control de estímulos, ya que todas ellas tienen el máximo grado de eficacia demostrada.
 

Para el abordaje de las pesadillas, empleamos el repaso en imaginación. En el caso del sonambulismo, utilizamos la técnica probada como eficaz de los despertares programados. 
 

Si padeces alguno trastorno del sueño o tu sueño se está viendo alterado por otro problema, puedes contactar con nuesto equipo rellenando el siguiente formulario o llamando al teléfono de contacto que encontrarás en la cabecera de la página.

Realizaremos una buena evaluación del caso para poder aplicar el mejor tratamiento para ti. 

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