Terapia psicológica disfunciones sexuales en Barcelona
En este artículo vamos a tratar el tema de las disfunciones sexuales. Antes de hablar de disfunciones sexuales debemos conocer la respuesta sexual humana, ya que no se limita exclusivamente al coito.
La respuesta sexual humana pasa por cuatro fases descritas por Masters & Johnson: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Cada fase se caracteriza por una serie de cambios físicos mediados por, en las dos primeras fases, meseta y orgasmo, el Sistema Nervioso Parasimpático principalmente, y en las otras dos fases, orgasmo y resolución, por el Sistema Nervioso Simpático, principalmente. Kaplan introdujo una quinta fase denominada fase de deseo, que precede a las otras. En esta fase no se producen cambios físicos, es únicamente psicológica.
El objetivo principal de la fase de excitación es preparar el cuerpo para la relación sexual. Para ello, se producirán cambios físicos encaminados a lograr dicho objetivo. En las mujeres consistirán, principalmente, en conseguir la lubricación y en los hombres en lograr la erección.
El objetivo de la fase de meseta será conseguir la tensión necesaria y la excitación sexual para poder llegar al orgasmo en la siguiente fase.
En la fase de orgasmo, el objetivo de los cambios físicos que se producen consiste en liberar la tensión acumulada en la fase anterior, produciendo sensaciones placenteras. En el caso del hombre, en esta fase se produce la eyaculación.
En la fase de resolución, el objetivo es restablecer los valores de todos los parámetros que han cambiado durante la actividad sexual (por ejemplo, la pérdida de la erección en el hombre), para poder volver a la fase de excitación sexual. Además, esto se acompaña de una sensación de relajación y de bienestar.
Cuando hablamos de disfunción sexual, nos referimos a la alteración de cualquiera de las fases de la respuesta sexual o dolor asociado a la realización del acto sexual.
Las disfunciones sexuales, se encuentran clasificadas en los manuales diagnósticos según la fase de la respuesta sexual en la que se producen.
Así, encontramos trastornos del deseo sexual, tarstornos de la excitación sexual, trastornos orgásmicos y trastornos debidos a otras condiciones que interfieren en el ciclo de la respuesta sexual denominados trastornos sexuales por dolor.
Las disfunciones sexuales se pueden clasificar también según el inicio (de toda la vida / adquirido), según el contexto (general / situacional) y según los factores etiológicos (debido a factores psicológicos / debido a factores combinados).
El hecho de que seamos incapaces de participar en una relación sexual tal y como desearíamos, y que además, esto ocurra frecuentemente, debería hacernos pensar que podemos padecer una disfunción sexual.
Una vez clasificados los trastornos sexuales, vamos a explicar brevemente cada uno de ellos, para facilitar su detección.
Se expondrán siguiendo el orden de las fases de la respuesta sexual en el que se producen.
Encontramos dos posibles disfunciones sexuales que dificultan el desarrollo de la fase de deseo. Por un lado el deseo sexual hipoactivo y, por el otro, el trastorno por aversión al sexo. El deseo sexual hipoactivo se caracteriza por la ausencia o deficiencia de fantasías sexuales y de deseos de actividad sexual, de forma permanente y recurrente. El trastorno por aversión al sexo se caracteriza por la evitación activa del contacto sexual genital con la pareja, ya que éste produce aversión.
La fase de excitación sexual también consta de dos disfunciones que pueden impedir su consecución, en este caso diferenciadas para la mujer y para el hombre. Así, podemos encontrar el trastorno de la excitación sexual en la mujer y el trastorno de la erección en el varón (impotencia). En el trastorno de la excitación sexual en la mujer existe una incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la fase de excitación hasta la terminación de la actividad sexual. En el trastorno de la excitación en el varón (impotencia) se da la incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual. Este es el trastorno sexual más frecuente entre los varones que consultan. La incidencia de este trastorno aumenta con la edad.
En la fase del orgasmo, podemos encontrar tres disfunciones sexuales: el trastorno orgásmico femenino, el trastorno orgásmico masculino y la eyaculación precoz.
El trastorno orgásmico femenino consiste en la ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo en la mujer después de una fase de excitación normal. El trastorno orgásmico masculino se define como la ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo en el varón después de una fase de excitación normal. Cuando aparece ogasmo y eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación mínima antes, durante o después de la penetración y antes de que a persona lo desee hablamos de eyaculación precoz. Este es el trastorno sexual más frecuente en varones. A diferencia del trastorno de erección, cuya incidencia aumenta con la edad, en este caso se da habitualmente en varones jóvenes y en las primeras relaciones.
Por otro lado, existen dos disfunciones asociadas a otra condición que dificultan resolver el ciclo de la respuesta sexual, pudiendo intervenir, por tanto, en cualquiera de las fases. Estas disfunciones estan asociadas a experimentar dolor durante las relaciones sexuales y adoptan el nobre de trastornos por dolor. En este grupo encontramos la dispareunia y el vaginismo. La dispaeunia se define como dolor genital durante el coito. Aunque también se puede experimentar antes o después de la relación sexual. El vaginimso es la contracción involuntaria, de manera persistente o recurrente, del tercio externo de la vagina, frente a la introducción del pene, los dedos, los tampones o espéculos.
Por último, cabe mencionar que los trastornos sexuales pueden ser debidos a una enfermedad médica o al efecto directo del consumo de una sustancia.
Aunque no se conoce la prevalencia de as disfunciones sexuaes, entre las personas que consultan los trastornos más frecuentes son el deseo sexual femenino y la disfunción orgásmica en la mujer y la eyaculación pecoz y y el trastorno de la erección en el hombre.
Si después de leer este artículo, cree que puede tener una disfunción sexual, le aconsejamos que se ponga en contacto con nuestro centro bien rellenando el formulario, bien llamando al teléfono de contacto que encontrarán en la web lo antes posible. Así podremos realizar una buena evaluación y empezar a tratar la disfunción para recuperar el bienestar en esta esfera de su vida.