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Psicología de la Ansiedad en Barcelona

La ansiedad es un mecanismo natural que actúa como respuesta emocional y natural del ser humano frente a situaciones que éste puede considerar de supervivencia, junto con la tristeza, el miedo o la felicidad. Se trata pues, de una alerta natural y universal de nuestro cuerpo ante situaciones de amenaza. Se trata de un mecanismo absolutamente normal, adaptativo, que mejora nuestro rendimiento y nuestra capacidad de respuesta y anticipación. 
 

La función de la ansiedad es movilizar nuestro organismo y mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a amenzas y riesgos, de forma que no perjudiquen o no se produzcan. La ansiedad nos empuja a a tomar medidas convenientes en cada caso, bien sea huir, atacar, afrontar, neutralizar o adaptarse) según el caso del peligro a la que nos sintamos expuestos. Éste peligro puede venir dado por la obstaculización de cualquier proyecto o deseo importante para nosotros, o también por la degradación de estatus o logros que ya hayamos alcanzado. Se estima que más e un 20% de la población mundial sufre algún trastorno relacionado con la ansiedad, generalmente sin ser conscientes de ello.
 

¿Cuándo existe un trastorno de la ansiedad?

En algunos casos, éste mecanismo natural puede actuar de forma alterada, llegándonos a producir problemas de salud y alteraciones en nuestros quehaceres diarios, por lo que en lugar de ayudarnos nos incapacita. ¿Qué factores pueden influir en que nuestros mecanismos normales, saludables y adaptativos dejen de serlos?
 

  • Factores predisposicionales: son factores biológicos, -reacciones físicas desproporcionadas ante el estrés- algunos de ellos también genéticos, de personalidad como nuestro estilo de vida, patrones de afronte del estrés, factores ambientales como el aprendizaje, el contexto y también los apoyos sociales de los que nos rodeemos.

  • Factores de activación o desencadenantes: se trata de situaciones o acontecimientos que son vividos como un peligro o un obstáculo para conseguir logros y estatus, o planes de acción, que limitan nuestra capacidad para alcanzarlos o mantenerlos. 

  • Factores de mantenimiento: éstos están directamente relacionados con la gestión de la propia ansiedad, como la problematización de áreas inicialmente no conflictivas como consecuencia de la propia ansiedad, lo que normalmente conocemos como "miedo a tener miedo", que puede llevarnos en ocasiones a activar mecanismos relacionados con la fobia.

 

Las alteraciones de la ansiedad se producen por una combinación de varios o algunos de estos factores durante un periodo de tiempo. Normalmente la presencia de uno sólo de éstos factores no suele provocar un trastorno de la ansiedad. En general, los trastornos de ansiedad pueden ser vistos como el resultado de nuestros factores de predisposición y elementos de estrés externos. La presencia de factores de riesgo que nos predisponen a padecer un trastorno de la ansiedad está ligada a la presencia de un elemento externo como una enfermedad o determinados acontecimientos en nuestras vidas, que pueden comprometer nuestra capacidad para afrontarlos debidamente.

 

Los síntomas de la ansiedad

Los síntomas de ansiedad son diversos y quizás los más comunes consistan en hiperactividad vegetativa, manifestada con taquicardia, taquipnea, midriasis, sensación de ahogo, temblores en las extremidades, sensación de pérdida de control o del conocimiento, transpiración, náusea, rigidez muscular, debilidad muscular, insomnio, inquietud motora, dificultades para la comunicación, pensamientos negativos y obsesivos, etc.

La ansiedad se puede manifestar de tres formas diferentes: a través de síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales. Estos hacen referencia a tres niveles distintos, los cuales pueden influirse unos en otros, es decir, los síntomas cognitivos pueden exacerbar los síntomas fisiológicos y éstos a su vez disparar los síntomas conductuales. Cabe notar que algunos síntomas de la ansiedad suelen parecerse, superponerse o confundirse con los de padecimientos no mentales, tales como la arritmia cardíaca o la hipoglucemia. Se recomienda a los pacientes someterse a un examen médico completo para evaluarlos.

 

La ansiedad también puede convertirse en un trastorno de pánico, en el cual la persona cree que va a desmayarse, fallecer o sufrir algún otro percance fisiológico. Es común que las personas con este trastorno visiten la sala de urgencias con cierta frecuencia, y, típicamente, se sienten mejor después de ser atendidas.

Síntomas Cardiovasculares:

· Taquicardia o pulso acelerado.
· Elevación de la tensión arterial.
· Sensación de tensión baja o desmayos.
· Arritmias.
· Palpitaciones; dolor precordial en el pecho.
· Opresión en el pecho.
· Palidez o rubor.

Síntomas respiratorios:

· Sensación de ahogo o de falta de aire (disnea); sensación de opresión o constricción en el tórax.
· Suspiros.
· Ritmo respiratorio acelerado y superficial (hiperventilación)

Síntomas gastrointestinales:

· Náuseas.
· Sensación de atragantamiento o dificultad para tragar.
· Vómitos.
· Diarreas, heces blandas, dolor abdominal, cólicos intestinales.
· Sensación de ardor, pesadez abdominal.
· Borborigmos.
· Flatulencia o gases.
· Aerofagia o tragar aire.
· Pérdida de peso.
· Estreñimiento.

Síntomas genitourinarios:

· Micciones frecuentes, micción urgente; dolor al orinar.
· Amenorrea; menorragia.
· Disminución del deseo sexual o anorgasmia (pérdida de la libido).
· Eyaculación precoz e impotencia o disfunción eréctil en el hombre.
· Síntomas neurovegetativos:

· Sequedad de mucosas, especialmente de boca y lagrimales.
· Sudoración y salivación excesiva, en algunos pacientes es la viceversa.·
· Sensación de desmayo inminente.
· Rubor o palidez.
· Vértigos.
· Cefaleas.
· Erectismo piloso (piel de gallina).

Síntomas neurológicos:

· Temblores.
· Hormigueo o parestesias.
· Hipersensibilidad a los ruidos, olores o luces intensas.
· Mareos o inestabilidad.
· Insomnio: dificultad para conciliar el sueño, sueño interrumpido, sueño insatisfactorio o no reparador, sensación de fatiga al despertar, pesadillas, terrores nocturnos.

Síntomas somáticos musculares:

· Cefaleas tensionales, especialmente en la nuca.
· Contracturas musculares; espasmos musculares y calambres.
· Rígidez muscular.
· Dolor muscular.
· Tics.
· Rechinar de dientes.
· Voz vacilante.

Síntomas somáticos sensoriales:

· Zumbido de oídos.
· Visión borrosa.
· Oleadas de frío o calor.
· Sensación de debilidad.
· Parestesias (pinchazón, picazón, hormigueos).
 

Otros síntomas psicofísicos:
· Fatiga y agotamiento; fatigabilidad.
· Astenia (neurastenia).
· Sensación de tensión e inquietud.
· Llanto fácil.
· Imposibilidad de relajarse.
· Impaciencia.
· Rostro preocupado.
· Suspiros, respiración rápida, palidez facial, deglución de saliva, eructos, tics.
· Tartamudez.
· Disminución o aumento del apetito.

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