El estrés es un factor de riesgo para la salud física y mental. Es importante aprender a identificar el impacto que está teniendo el estrés sobre nuestro organismo para poder prevenir sus consecuencias sobre la salud. En pimer lugar debemos conocer las posibles manifestaciones del estrés, que son muy amplias, ya que se dan en diferentes esferas (conductual, emocional, psicofisiológica, emocional, psicofisiológica, cognitiva y social). 

A nivel conductual, podemos experimentar evitación, insomnio, dificultades para terminar el trabajo, temblores, inquietud, expresión facial tensa, puños apretados, llanto, cambios en los hábitos alimentarios, aumento del consumo de tabaco o alcohol. Todos ellos son indicadores de que el estrés al que estamos expuestos está teniendo un efecto sobre nuestro organismo.

En cuánto a la esfera emocional, podemos notar sensación de tensión, irritabilidad, desasosiego, preocupación constante, incapacidad para relajarnos y/o depresión.

Por lo que respecta a área psicofisiológica, podemos sentir tensión muscular, rechinar de dientes, sudoración profusa, cefalea tensional, sensación de mareo, sensación de sofoco, dificultad para tragar, dolor de estómago, náuseas, vómitos, estreñimiento, heces sueltas, frecuencia y urgenia de la necesidad de orinar, pérdida de interés por el sexo, fatiga, sacudidas y temblores, descenso y aumento de peso, conciencia de los latidos del corazón.

A nivel cognitivo, podemos encontrarnos con que tenemos pensamientos ansiógenos y catastrofistas y/o dificultad para concentrarnos o para recordar acontecimientos.

Por último, en la esfera social, podemos notar una tendencia a buscar a otras personas o, por el contrario, a evitarlas, y/o cambios en la calidad de las relaciones. 

Ahora que conoces los principales síntomas del estrés, si has identificado que sufres algunos de ellos, puede ser el momento de ponerte en contacto con nosotros para empezar a intervenir sobre ellos y minimizar así el riesgo para tu salud.

 

Con el fin de informar acerca del impacto del estrés sobre la salud, vamos a exponer ahora la relación de éste con la enfermedad.

El estrés afecta a múltiples sistemas del organismo (gastrointestinal, endocrino, inmunitario, sexual, etc.), pudiendo relacionarse con muy diferentes enfermedades. A continuación se explica, brevemente, cómo el estrés puede influir en determinadas enfermedades (infarto, úlcera gástrica, síndrome del intestino irritable, diabetes, supresión inmunitaia, disfunciones sexuales, ansiedad y depresión). 

Puede suponer un riesgo para padecer daños en corazón, cerebro y riñones, formando placas arterioescleróticas por la secreción de ácidos grasos libres, triglicéridos y colesterol debida a la repetición en el tiempo de respuestas de estrés.

También puede suponer un riesgo para desarrolar úlceras gástricas debido a que en periodos de estrés, se reduce la secreción de ácidos gástricos y el engrosamiento de las paredes. Cuando se supera el periodo de estrés, los ácidos se recuperan pero las paredes del estómago están debilitadas, pudiéndose producir entonces una úlcera gástrica.

Otro órgano muy sensible al estrés es el intestino. Podemos desarrollar por lo tanto el síndrome del intestino irritable.

El estrés puede ser también un factor de riesgo para la diabetes. Cuando se sufre diabetes, las células no responden bien a la insulina. En la respuesta del organismo ante el estrés, se libera más glucosa y ácidos grasos en el torrente circulatorio, produciendo riesgo de placas arterioesclerótidas.

Nuestro sistema inmunitario se puede ver suprimido por el estrés, deteniendo, por ejemplo, la formación de linfocitos T y disminuyendo su sensibiildad.

El estrés influye también en la respuesta sexual del varón y la mujer, afectando a las principales hormonas que intervienen en el sistema reproductor, pudiendo relacionarse con impotencia y eyacuación precoz en el varón y con amenorrea (ausencia de la menstruación), reducción de la probabilidad de ovulación, menor probabilidad de implantación adecuada y disfunciones sexuales en la mujer.

También afecta a nuestros estados emocionales, relacionándose sobre todo, con ansiedad y depresión. Se ha encontrado que el primer episodio de depresión se ve precedido con más probabilidad por eventos vitales estresantes que los siguientes.

Es de vital importancia prevenir las nefastas consecuencias sobre la salud que tiene el estrés, por lo que si identificas que sufres síntomas de estrés, debes ponerte en contacto con nosotros rellenando el formulario que encontrarás en la web o bien llamando al teléfono de contacto.

 

Una vez expuestos los principales síntomas del estrés y el impacto que pueden tener sobre nuestra salud, nuestro siguiente propósito es informar acerca de los objetivos del tratamiento del estrés y explicar en qué se centra la intervención.

Los objetivos de la intervención van a depender del momento en que nos encontramos cuando realizamos la evaluación. Si todavía no hemos desarollado ningún trastorno, la intervención va a tener una una función preventiva consistente en impedir la aparición de trastornos estableciendo patrones de respuesta al estrés apropiados. Si por el contrario ya ha aparecido algún trastorno, el tratamiento consistirá en combinar la intervención médica con la modificación de conducta.

La intervención se centra en diferentes áreas. Lo primero es identificar, con una buena evaluación, las dificultades existentes en todas ellas, para poder resolverlas. Dichas áreas a evaluar y tratar corresponden, básicamente, a los sucesos estresantes, el procesamiento cognitivo, las respuestas de afrontamiento, el grado de activación del organismo, etc., que se encuentran afectadas cuando estamos sometidos a estrés.

Por lo que respecta a los sucesos estresantes, se utilizan técnicas específicas como el control de estímulos y el autocontrol (si es posible modificar el medio o abandonarlo) o reestructuración cognitiva, desensibilzación sistemática e inoculación de estrés (para cambiar el modo de percibir, cuando no es posible modificar o abandonar el medio).

En cuánto al área del  procesamiento cognitivo trabajamos con técnicas específicas lo que llamamos evaluación primaria (valoración qué hacemos del medio y sus demandas), evaluación secundaria (valoración que hacemos de nuestros propios recursos para afrontar la situación) y selección y organización de la respuesta (estrategias de soluación de problemas, toma de decisiones, etc.). Para trabajar estos aspectos contamos con técnicas como la exposición, la inoculación de estrés, la solución de problemas, la reestructuración cognitiva, el aprendizaje vicario, etc.

En cuánto a las respuestas de afrontamiento, contamos también con un amplio abanico de técnicas a utilizar según el déficit. Por ejemplo, utilizaremos el aprendizaje a través de modelado, aproximaciones sucesivas o entrenamiento en habilidades sociales cuando no se posean estrategias adecuadas o usaremos técnicas como la desensibilización sistemática, la inundación o técnicas cognitivas cuando las respuestas emocionales inhiban las respuestas de afrontamiento. 

Para el control de la activación contamos con técnicas de relajación indicadas en trastornos como la hipertensión, el intestino irritable, dolor crónico, ansiedad o alteraciones del estado de ánimo.

 

Nuestra recomendación es que si estás sometido a alguna situación de estrés, nos visites lo antes posible para poder hacer una correcta evaluación individualizada y poder así prevenir posibles enfermedades o empezar a tratarlas si ya has desarrollado alguna enfermedad relacionada con el estés, mejorando tu calidad de vida. Contamos con el empleo de las técnicas empíricamente validadas.