Psicología del Trastorno de Impulso y Conducta en Barcelona
Los trastornos agupados en la categoría del control de los impulsos se caracterizan por un déficit para resistir un impulso, una motivación o una tentación para llevar a cabo un acto perjudicial. Este impulso es percibido como incontrolable (deseo irresistible). Además no se tienen en cuenta las consecuencias y se da una ausencia de finalidad y dirección. La persona que lleva a cabo este acto no necesariamente debe sentir culpa o arrepentimiento.
Dentro de este grupo de trastornos del control de los impulsos encontramos el trastorno explosivo intermitente, la cleptomanía, la piromanía, la tricotilomanía y el juego patológico. Cada uno de ellos tiene un tipo de impulso específico que es difícil de controlar.
En el caso del trastorno explosivo intermitente, el impulso que es difícil de controlar es de tipo agresivo. Por lo tanto, este trastorno se caracteriza por estallidos recurrentes que representan un fallo para controlar impulsos agresivos. Estos estallidos se manifiestan a partir de agresiones verbales o agresión física hacia la propiedad, animales u otros individuos. El grado de agresividad durante los episodios es desproporcionado a la intensidad de cualquier estresante psicosocial precipitante. Los estallidos agresivos recurrentes no son premeditados y no se cometen para alcanzar algunos objetivos tangibles. Estos estallidos de agresividad causan un marcado malestar en el individuo o afectan su funcionamiento ocupacional o interpersonal. La edad para diagnosticar este trastorno es de al menos 6 años (o un nivel de desarrollo equivalente).
La edad más común de inicio de este trastorno se sitúa en la adolescencia tardía y tercera década de vida (en torno a los 20-30 años), aunque puede haber antecedentes de episodios en la infancia. Su curso es variable, pudiendo ser variable (con períodos recurrentes de arrenatos agresivos) o crónico (persistente durante muchos años). Puede haber impulsividad o agresividad generalizada entre episodios. En cuánto al pronóstico de este tarstorno, es mejor si el inicio es tardío.
Si tras leer esta información, crees que puedes padecer un trastorno explosivo intermitente, no dudes en ponerte en contacto con el Gabinete BPB rellenando el formulario de la web o bien lamando al teléfono de contacto que encontrarás en el web. En el Gabinete BPB realizaremos una buena evaluación de tu caso, y empezaremos a tratarte con las técnicas que se han mostrado más eficaces. En el caso del trastorno explosivo intermitente, lo más habitual es trabajar con medidas preventivas, psicoterapia grupal y de familia y control de la medicación.
En la cleptomanía, el impulso que es difícil de controlar es el de robar. Así, la cleptomanía se define en los manuales diagnósticos de los trastornos mentales como la dificultad recurrente para controlar los impulsos de robar objetos que no son necesarios para el uso personal o por su valor económico. Se da una sensación creciente de tensión justo antes del robo y bienestar, gratificación o liberación en el momento de cometer el robo. La edad de inicio más común se sitúa entre el final de la adolescencia y principios de la vida adulta. Los niños y adolescentes pueden cometer actos pero suele darse remisión espontánea. Se han descrito tres cursos típicos, esporádico, epsiódico y crónico (con cierta fluctución). Suele aparecer en momentos de estrés importantes.
Si tras leer esta información te has sentido identificado, no dudes en ponerte en contacto con el Gabinenete BPB bien rellenando el formulario, bien llamando al teléfono de contacto que encontrarás en la web. Las técnicas más utilizadas para intervenir en casos de cleptomanía son la terapia conductual y el tratamiento farmacológico.
En la piromanía, el impulso con dificultad par controlar es el de la provocación deliberada de fuegos. Así, en las clasificaciones diagnósticas aparece como la provocación de incendios deliberada e intencionada en más de una ocasión. En este trastorno también se produce tensión o activación emocional antes del acto y bienestar, gratificación o liberación cuando se inicia el fuego o cuando se observa o se participa en sus consecuencias. Hay fascinación, interés, curiosidad o atracción por el fuego y su contexto situacional (parafernalia, usos, consecuencias). El incendio no tiene como finalidad ocultar móviles, la expresión de ideas políticas, ocutar actividad criminal, expresar cólera o venganza, etc. La edad de inicio de la piromanía se sitúa en la infancia. Si tras leer esta información te has identificado con las características de este trastorno, debes ponerte en contacto con el Gabinete BPB para poder trabajar con el problema.
En la tricotilomanía el impulso difícil de controlar es el arrancamiento de cabello. Así, en los manuales diagnósticos aparece como el arrancamiento del propio pelo de forma recurrente, que da lugar a una pérdida perceptible de pelo. Se da una sensación de tensión creciente inmediatamente antes del arrancamiento de pelo o cuando se intenta resistir la práctica de ese comportamiento y bienestar, gratificación o liberación cuando se produce el arrancamiento del pelo. La edad de inicio se sitúa antes de la edad adulta, teniendo dos picos de edad, uno de 5 a 8 años y otro a los 13. Los episodios transitorios en niños no se cosideran trastorno. Su curso es variable. El tratamiento de la tricotilomanía incluye medidas psicológicas, farmacológicas y dermatológicas. La técnica de la inversión del hábito es la más utilizada dentro de la terapia conductual. Si tras leer esta información estás interesado en tratar este problema, no dudes en rellenar el formulario de la web o bien llamar al teléfono de contacto del Gabinete BPB.
En el juego patológico el impulso a controlar es el juego. La característica esencial de este trastorno es el comportamiento de juego, desadaptativo y persistente que da lugar a un deterioro y estrés significativos. Son características de este trastorno la necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero, la inquietud o irritabilidad cuando se intenta interrumpir o detener el juego, la preocupación por el juego, utilizar el juego como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia, volver para intentar recuperar lo perdido, engañar para ocultar el grado de implicción con el juego, arriesgar o perder relaciones interpersonales significativas, trabajo y oportunidades debido al juego, etc. La edad de inicio se sitúa en la edad adulta (en varones la aparición es previa). Suele tener un inicio insidioso, aunque también puede ser brusco. El curso del juego patológico pasa por tres fases: una primera fase de ganancias, una segunda fase de pérdidas (con pérdida del control de los impulsos) y una tercera fase de desesperación (con dependencia y deterioro extremos). Si al leer esta información te has identificado con ella, te recomendamos que rellenes el formulario o llames al teléfono de contacto que aparecen en la web para contactar con el Gabinete BPB y empezar a tratar este problema. Trabajamos con las técnicas más eficaces para tratar este tipo de problemas. En el caso del juego patológico, trabajamos con programas de tratamiento que incluyen reestructuración cognitiva, solución de problemas, prevención de recaídas, control de estímulos y exposición gradual en vivo con prevención de respuesta, etc. Siempre adaptados a las necesidades de cada paciente.